No hay peor sentencia que la que uno se impone a si mismo!!!

Entradas etiquetadas como “muerte

“Esta Sucediendo”

La muerte ya está sucediendo. No la sitúes en el futuro. Si no la sitúas en el futuro no tiene sentido
defenderte de ella; ya está sucediendo ahora y ha estado sucediendo desde siempre. Por eso es inútil que te protejas de la muerte. La muerte no te ha matado. Ha estado actuando mientras estabas todavía vivo, está actuando justo ahora. . . y la vida no es destruida por ello. De hecho, gracias a ella la vida se renueva a cada momento: caen las hojas muertas y crean espacio para que broten las nuevas; desaparecen las flores viejas y aparecen las nuevas flores. Cuando una puerta se cierra, otra inmediatamente otra se abre. A cada instante mueres y a cada instante resucitas.

Has de comprender que la muerte es la única certeza. Todo lo demás es incierto: puede o no suceder. La muerte es segura porque al nacer una mitad ya a sucedido. Por tanto, el otro extremo ha de estar en algún lugar. El otro polo ha de estar oculto en alguna parte. No te has cruzado con ella porque tienes miedo, no te adentras en la oscuridad. Pero es algo seguro. Al nacer, tu muerte se ha convertido en certeza. Una vez que esta certeza penetra en tu comprensión, te relajas. Siempre que algo es absolutamente seguro, la preocupación desaparece. La preocupación surge de la inseguridad.

Antes de apagarse, la llama se vuelve tremendamente intensa. Solo por un instante resplandece total y absolutamente.


«Acepta la muerte»

Acepta la muerte y mata todo a tu alrededor. Para renacer con fuerza, energía y amor. El amor es todo y nada. El amor es vida y muerte. El amor es la fuerza más grande del universo.


«Algunos»

Algunos añoramos la muerte como si fuera un simple sueño, muchos no sabemos a qué nos enfrentamos.


«Invierno»

Termina este mi largo otoño

Termina este mi largo otoño, comienza a soplar susurrante el ahora helado viento, es preámbulo de lo que promete ser un frio invierno, he tenido de nuevo esta sensación, mientras la luz comienza a menguar, víctima de gruesas nubes solo preocupadas por el abarcar todo. Siento miedo, tengo miedo, mientras admiro como se va oscureciendo todo cuanto alcanzo a ver, mientras camino por un territorio cada vez más desolado e inclemente. Miedo. Me estás sobrepasando. Admito que hay paz, no reconozco otro peligro salvo mi persona y este clima extremoso, no hay nada más a que temer o de quien cuidarse, así es la extraña paz que ofrece la tierra indómita. Y realmente estoy asustado, lo estoy de algo que no existe, que aún no llega, estoy dejando el presente, presintiendo la gran prueba, estoy entrando en la helada. Mi fe tiembla, ahora es ella quien me rodea, se, no es el tiempo, pero entonces a que espera, no me puedo engañar, siquiera estoy triste, entonces la recuerdo, entonces a que espera. Camino pues, aunque molesto no estoy cansado, de caer lo hare agotado. El sol sigue en su lugar, de él este caos es la prueba y debo seguir pues quiero vivir el verano, conocer la primavera, después de todo, vivir siempre es lo que queda.

La magia volvió al final del otoño y mi fuerza lo hará a medida que encrudezca este invierno, recuerdo cuanto odio el calor algo extraño para quien nace con la promesa del verano, pero admito que me gusta derretir nieve.


«De pocas cosas»

De pocas cosas se puede estar seguro y solo de esas pocas se debe hablar, no a la ligera dicen los que son sabios, una vida es una vida, pero la muerte sabe que arrebatando tu alma cobrara dos.


«O.R.A.»

Pretender siempre es más fácil que cambiar, si pudieran cambiar lo harían, si pudieran levantarse lo harían.

Cuando me trajiste aquí, cuando me dijiste que me matarías, no creí que sería así, aun no lo entiendo, yo no podría, pero tú sigues susurrando, te odio por lo que me vas a hacer, pero sé que no hay otro modo, siendo honesto, no lo hay. No tengo miedo a pesar de lo que pretendes, yo se que las personas no cambian y eso me incluye a mí, no importa cuánto lo intentes, no podrás, simplemente no importa, a pesar de que digas que me mataras en esencia tu y yo somos parte de lo mismo, tu destino será igual que el mío si no consigues tu meta, entonces, sentirás como te carcome por dentro, como te mata y con tu carne se hace de un cuerpo. No duele, de verdad no duele perder tu esencia, ya no tengo instinto, ya no estoy vivo, solo soy un fragmento, solo soy una sombra mas el mausoleo de tus memorias. El odio, el rencor y la avaricia, no son tan grandes para reducirlo todo a cenizas, ahora que lo sabes no puedes perder tu nueva fe.

Yo no podía entender cómo es que seguía, como es que aun podía golpear tan fuerte, lo veía claro en un hombre acorralado, pero él, era libre.