No hay peor sentencia que la que uno se impone a si mismo!!!

«Ser o no ser»

¿Puede, acaso, tener la hermosura mejor compañera que la honestidad?

Sin duda ninguna. El poder de la hermosura convertirá a la honestidad en una alcahueta, antes de que la honestidad logre dar a la hermosura su semejanza. En otro tiempo se tenia esto por una paradoja; pero en la edad presente es cosa probada… Yo te quería antes.

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