«El Inevitable Primer Día»
El inevitable primer día después del invierno
cuando el plazo termina, es momento de gestar,
la dedicación podrá florecer bajo el cobijo del árbol sagrado,
ante la primera mirada apacible de Ostara,
aquello que solo tiene un principio,
tres señoras hilaran escuchando tu secreto,
con su único ojo verán lo mismo que ven los cuervos,
con su único ojo verán lo mismo que vez tu,
un gran vacío y desapego,
todo en su lugar y aquí.
Algún día encontrare un ser como yo
lleno de amor, odio y zozobra
que clame al viento,
resurja con fuerza en fuego,
cambie como el agua
y sea sereno en tierra
que no viva el momento
y tenga un fin.
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