No hay peor sentencia que la que uno se impone a si mismo!!!

«Verdad»

Verdad, es como el fuego del alma que late con las ganas de llegar a la esperanza.
Al principio parece amarga y cruda, puesto que la verdad a veces es como una estocada en la nuca.
Muchos nos enseñan de ella en la niñez, pero luego la olvidamos al llegar a la adultez.
Valor de la virtud, valor que te libra de la esclavitud, por eso se olvida, porque el mundo te necesita en su ataúd.
La verdad lucha por salir del cuerpo, pero la sociedad busca obligarte a mantenerla adentro.
Me gusta decir lo que pienso, así sería la verdad en su lenguaje corporal.
Me gusta ganar dinero, entonces la verdad te la tragas con papas y ketchup.
Miro al espejo, la verdad que no salió, se vio en mi reflejo.
El valor de hablar con propiedad, es lo que me mantiene fuera de la clandestinidad.
Recuerdo que vivo en un mundo donde uno tiene que venderse, ahí es cuando la verdad carece de referente.
Mírame a los ojos si buscas la franqueza, pues si miras las baldosas solo encontrarás mentiras frescas.
La mentira puede dar tal comodidad, se logra a través de desechar la integridad.
La verdad buscará liberarme lo más que pueda, la mentira, en cambio, me encadenará en una linda y cálida celda.
Buscar la verdad es una obra de caridad, quizá nunca se alcanzará, pero correr tras ella, es mejor que dormir en una mentira bella.

Por Gonzalo Dopazo.

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